martes, junio 15, 2004

LA VIDA CONYUGAL

Jacqueline Cascorro, la protagonista de este relato, conoció durante buena parte de su vida las experiencias conyugales de rutina: arrebatos, riñas, infidelidades, crisis y reconciliaciones. Todo cambió en un instante, cuando al quebrar con sus manos una pata de cangrejo y oír descorchar a sus espaldas una botella de champaña se dejó poseer por un pensamiento que la visitaría de manera intermitente, convirtiéndola, y ya para siempre, en una mujer de muy malas ideas.
Comienzo de la novela La vida conyugal, de Sergio Pitol.

Se trata de una obra que he leído con verdadero gusto. Publicada en 1991, pronto comenzó a hablarse de que esta obra cerraba una trilogía iniciada con El desfile del amor (Premio Herralde de Novela en 1984) y continuada por Domar a la divina garza (1989). En un lejano artículo publicado en los años 80, García Márquez aseguraba que hay narraciones con un título tan sugestivo que la narración no necesita ser escrita. Domar a la divina garza (título muy sugestivo, a mi entender)pertenece a esta clase de narraciones, aunque no viene de más tener también la novela colgando de él. La considerada trilogía es editada ahora en un solo tomo por Anagrama: Tríptico del Carnaval, que incluye prólogo de Antonio Tabucchi, el celebrado autor de Sostiene Pereira. El prólogo servirá, de seguro, para atraer a la obra de Pitol a muchos españoles que picotean poco por la literatura mexicana pero se hinchan a taquitos de carne molida espolvoreada con Old El Paso, el verdadero sabor de México (vaya timo).

He leído esta obra impulsado por cierta necesidad. Sergio Pitol va a acompañarnos jueves y viernes en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, así que no viene mal aprovechar para conocer a un autor del que tanto se habla y a quien se le va a rendir justo homenaje en el marco del Encuentro de Escritores en la Frontera Norte. Tampoco viene mal que hombre tan viajero visite también esta ciudad secuestrada y de tan mala fama a lo largo y ancho del mundo mundial.

La vida conyugal es una novela divertida. Jacqueline Cascorro (pronúnciese Cascorró, como a la chica le gusta) es una mujer joven y bella con inquietudes literarias que, harta de ser engañada por su marido una otra vez, decide emularle cuanto menos en este aspecto. Lo verdaderamente divertido de la novela es que no se conformará con disfrutar de sus amantes, sino que los persuade para asesinar a su marido, hecho en el que fracasará siempre y que la irá dejando cada vez más maltrecha físicamente y, por qué no decirlo, completamente fregada.

Es una obra que parte de un planteamiento cotidiano para introducirse por arte de birlibirloque en parodia de la novela negra, y una vez que chapotea en esas aguas, desenvolverse para nuestro placer en un terreno casi fársico. No sabemos si Jacqueline nos da más risa que pena y el final ejemplarizante de la novela nos deja con el regusto de que siempre hay un roto para un descosido y que, en el fondo de los fondos, el matrimonio que se engaña y se odia unido, permanece felizmente unido.

Hubiera querido continuar con la lectura de Domar a la divina garza, pero el capricho, ese dulce eros lector, me ha conducido a disfrutar otras viandas de negro sobre blanco.

Ya está muy próximo el jueves. Veremos qué nos cuenta el señor Pitol.

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