lunes, enero 31, 2005


Dolores del Río y Pedro Armendáriz en María Candelaria. Posted by Hello

MARÍA CANDELARIA (1943)

María Candelaria es una obra maestra dirigida por Emilio “el Indio” Fernández que reivindica mi idea personal de que México (polo excéntrico de occidente, como lo ha llamado Enrique Krauze) es el Japón del continente americano. Viendo una película como ésta uno se siente sacudido por un delicioso extrañamiento oriental que remite a la intensa emoción estética que nos sacude al ver la obra de los grandes maestros del cine japonés: Mizoguchi, por ejemplo (Los cuentos de la luna pálida de agosto) o Masaki Kobayashi (Kwaidan). Para entender María Candelaria hay que partir de la asunción de que México es un país donde el autoritarismo procede no sólo de sus antecedentes prehispánicos, sino también de la educación por una España contrarreformista que se creía el brazo derecho de Dios. Y después de Dios estaban el rey, el virrey y su corte de designados, nobles y acoplados. De ahí para abajo, el dedo de un Dios autoritario y represor estableció una cruel “verticalidad” en las relaciones de poder que hoy se manifiesta todavía en todos los ámbitos de la vida pública y social: autoritarismo de una casta dirigente e insensibilidad hacia la pobreza (ya se sabe que el pobre es pobre porque Diosito así lo quiso, y ya ni modo).

En este contexto, María Candelaria y Lorenzo Rafael son unos pobres vendedores de flores que quieren contraer matrimonio para legalizar su amor, pero les falta el dinero. Para colmo, las gentes del pueblo de Xochimilco impiden trabajar a María Candelaria al estar maldita por el dedo de Dios: su madre había sido prostituta. A Lorenzo Rafael no le importan los orígenes de su gran amor, y ambos sobreviven con lo que él gana vendiendo flores en su pequeña barca (trajinera) por los pueblos del lago de Xochimilco. El patrón del pueblo (de nuevo un malvadísimo Miguel Inclán) agita el odio contra la pareja porque desea a la pobre pero muy bella María Candelaria. El destino trágico de los personajes sigue las normas establecidas por aquel dedo de Dios: la miseria, la cárcel, la injusticia social, y finalmente la muerte.

La película sigue siendo una obra maestra deliciosamente fotografiada por Gabriel Figueroa en sus mejores momentos de esplendor artístico. Esos paseos en trajinera bajo la luna de Xochimilco (con una radiante Dolores del Río que desafía en belleza a la blanca luna de los cielos nocturnos de Figueroa) entrañan en sí mismos la belleza de la vida simple en un mundo alejado de los hombres. El beatus ille es el gran tema de la película, pero ese beatus ille, esa vida retirada en comunión con una naturaleza cada vez más corrompida por el hombre, se verá violada y masacrada por el dedo de un dios contrarreformista, impío y cruel. O así al menos es como lo han utilizado e interpretado los hombres en sus luchas de poder y erotismo.

Ganadora del Gran Premio en el festival de Cannes en 1943, María Candelaria es una pieza oriental que remite, como en el caso del cine clásico japonés de Mizoguchi, a un pasado ancestral desaparecido, más mítico que verdadero, donde los mexicanos y mexicanas eran, en palabras del personaje del pintor, “príncipes y princesas de ese antiguo pueblo indio que no se ha doblegado”. De doblegarlo y esquilmarlo se encargaron los matarifes que el tiempo puso en su camino. Hay que ver María Candelaria con los ojos más inocentes de 1943, y no esperar de ella mayor mensaje que el de un beatus ille moralizante donde por encima de todo brilla la majestuosa fotografía blanquinegra de Figueroa, la entera presencia de Pedro Armendáriz y, cómo no, Dolores del Río.

Dolores del Río, con su belleza morena y madura de fruta perfecta, tendida sobre la trajinera que surca las aguas de Xochimilco, es el infinito placer estético de una mujer y de la sensibilidad de una actriz. Verla corretear de aquí para allá con un cerdito en los brazos, un lechoncito en el que los pobres María Candelaria y Lorenzo Rafael depositan las ilusiones de un futuro mejor, es posiblemente la imagen erótica más contundente y eterna que el cine nos haya legado nunca de la belleza femenina de la mujer mítica del beatus ille.

Maria Candelaria (1943). Dirección de Emilio Fernández. Guión de Emilio Fernández y Mauricio Magdaleno. Fotografía de Gabriel Figueroa. Banda sonora de Francisco Domínguez y Rodolfo Halffter. Montaje de Gloria Schoemann y Jorge Bustos. Productores: Agustín J. Fink y Felipe Subervielle. Intérpretes: Dolores del Río (María Candearia), Pedro Armendáriz (Lorenzo Rafael), Alberto Galán (el pintor), Margarita Cortés (Lupe), Miguel Inclán (don Damián). México. (****).

jueves, enero 27, 2005


El verdadero Popeye del gran Segar: "Soy lo que soy, y eso es todo lo que soy".  Posted by Hello

CLÁSICOS DEL POPEYE ANIMADO

Extraigo del baúl de los recuerdos del siglo XX un deuvedé con ocho cortos clásicos de Popeye the Sailor. La mayor parte pertenecen a los años 50 y estaban producidos por la A.P.P. Todos ellos suelen girar en torno a la misma excusa argumental: Popeye y Bluto se enfrentan por el amor de Olive Oil. Las espinacas, que proporcionan poderes sobrehumanos a Popeye, le conducen siempre al triunfo. Ni las espinacas ni Bluto eran importantes para un genio del cómic del siglo pasado: Elzie Crisler Segar, quien a los diez años de crear su exitosa serie de prensa Thimble Theater (protagonizada por los hermanos Castor y Olive Oil) introdujo a un personaje episódico llamado Popeye: un marinero tuerto que cada vez que hablaba hacía con el inglés lo que Hannibal Lecter con un invitado a cenar. El éxito de Popeye acabó por arrinconar a Castor Oil (no tardaría en desaparecer de su propia serie, convertido en personaje episódico como una vez lo fue Popeye), el marino tuerto comenzó a mantener una extraña relación sentimental con la estrafalaria Olive y a Segar se le prendió el foco de la luminaria creativa: pronto comenzó a crear más y más personajes secundarios hasta construir un universo bien ensamblado de criaturas extravagantes. Desgraciadamente para nosotros, el genio murió pronto: Segar falleció en la flor de la vida (la akmé, como la llamaban los antiguos griegos) y la industria convirtió pronto a Popeye y sus amigos en criaturas domesticadas previsibles y repetitivas, centradas en el un antagonismo ficticio entre el tuerto y Bluto (creación ortopédica que nunca se apareció por las gloriosas páginas de Thimble Theater) y las espinacas se convirtieron en su alimento forzoso durante décadas.

Los ocho cortos del deuvedé tienen ese sabor de otro tiempo, aunque en algunos casos la naturaleza y circunstancias del personaje se hayan adulterado sustancialmente (resulta ridículo ver a Popeye como tío de tres popeyitos, en la blanda línea Disney que horripila a quienes veneramos el humor cáustico y agresivo de la obra de Segar). A pesar de todo, resulta una delicia la contemplación de dos cortos clásicos de Fleischer (Big Bad Sinbad y Popeye Meets Ali Baba´s Forty Thieves), donde la gran fantasía exigible a todo cartoon de dibujos animados está a la altura de los dos famosos cuentos de las Mil y una noches. Colores deslumbrantes, ritmo musical, imaginación desbordada.

lunes, enero 24, 2005


Blue Demon y Santo. Dos superhéroes mexicanos. Ilustración de autor desconocido. Posted by Hello

SANTO Y BLUE DEMON CONTRA LOS MONSTRUOS

No hay nada como pasar la tarde del domingo culturizándose un poco con una buena película que le haga a uno feliz. Eso hice este último dies domini juarense, y la obra maestra elegida fue Santo y Blue Demon contra los monstruos. Toma ya. Uno, que de rapazuelo vivió bajo el tardofranquismo, se hinchó de niño a ver películas de serie zeta en las matinales dominicales del extinto cine Coy (hoy, Almacenes Coy) en la castiza Gran Vía de Murcia D.F. Además de Godzilla, Maciste, Trinidad, Providencia y otros hijos de un dios menor, uno se jartó de tragar películas mexicanas del Santo, el enmascarado de plata. Yo descubrí México a través de las películas del Santo, de los tebeos de Novaro y de los doblajes de Hanna Barbera. No estaban tan mal para descubrir las peculiaridades de un polo excéntrico de occidente (como ha denominado a México Enrique Krauze) antes de los diez años.

Rememorando domingos matinales, bolsas de pipas y gamberradas varias en la oscuridad de aquellos cines populachones como el Rex y el Coy, me he chutado esta peli del Santo, y he gozado enormemente. Yo no soy adicto al cine de la serie zeta, para quienes picoteen en ese rico vergel que nunca dejen de leer El blog ausente. A pesar de todo, el clasicismo está desmoronado en nuestros días, que son tiempos en que reina la estética de el Santo. De ahí la importancia enorme que la serie Z ha cobrado durante la última década. Tenemos democracias de serie Z, gobernantes de serie Z, programaciones televisivas de serie Z, recuerdos de serie Z de una vida de serie Z, comemos demasiadas Mc Zetas y cuando soñamos despiertos soñamos sueños de serie Z reciclados de un código de valores de serie Z.

Y la sensibilidad artística, que no es ajena a nuestras cuitas, se reconoce cada vez más en el cine de serie Z, que la posmodernidad homenajeó en los ochenta y acabó por ser reivindicado durante los 90. Y un día, el 11 de Septiembre de 2001 (odisea del espacio aéreo), mientras los murcianos regresaban de romería y encendían los televisores en pleno trance post-jumillazo, en Nueva York quedó inaugurada la nueva era de la serie Z protagonizada por un vaquero bueno y un malvado diseñado por la misma cultura Z que entronó a Fu-Manchú como icono de la Z setentera.

En tiempos Z, y sin Mazinger Z que nos salve del Doctor Infierno, no está de más revisitar la serie Z de nuestra infancia, esa subcultura cinematográfica desdeñada por los críticos de la antigua era, esa subcultura que andaba a la zaga y ahora surge de las catacumbas culturales como zombies zetosos que zancajean o zascandilean en busca de corazones lozanos para zamparse.

Santo y Blue Demon contra los Monstruos es un cateZismo estético de nuestro tiempo: el macabro doctor Bruno Holder, científico loco que revive cadáveres, es resucitado a su vez por sus temibles criaturas. Ahora su único objetivo es vengarse de sus grandes enemigos, los enmascarados justicieros Blue Demon y el Santo, y para ello contará con la ayuda inestimable de Drácula, la Momia, Franquenstain (sic), el Hombre Lobo y la mujer vampiro. Estética decadente, argumento minimalista, música zetosa e interpretaciones inexistentes (ya se sabe que Santo y Blue Demon se interpretaban a sí mismos), Santo contra los Monstruos es un placer para los sentidos sólo parangonable con el placer de imaginar a George W. Bush revolcarse por la moqueta luchando contra las malditas galletitas saladas que conspiran noche y día para instaurar un nuevo estado terrorista.

Santo y Blue Demon contra los monstruos (1969). Dirección: Gilberto Martínez Solares. Escrita por Rafael García Travesi. Fotografía: Raúl Martínez Solares. Música de Gustavo César Carreón. Con Santo, Blue Demon, Carlos Ancira, Jorge Rado, Adalberto Martínez “Resortes”, Rafael Aldrete, “Santanón”. Color. 82 m.

viernes, enero 21, 2005

LOBEZNO, 18.


De nuevo en Juaritos. Como se me quedó pendiente un pequeño comentario sobre Lobezno (Wolverine), aquí lo adjunto. Lobezno número 18, edición española: una historieta típica del amiguete Logan. Como aquellas escritas por Chris Claremont para las páginas finales de cada número de Classic X-Men; las dibujaba John Bolton y contaban la vida cotidiana de los mutantes, con sus grandes o pequeñas miserias y grandezas, en la mejor línea de Homero o Apolonio de Rodas cuando hacían un inciso en la épica y nos contaban la vida cotidiana de los dioses del Olimpo. En esta ocasión, la historia está contada desde el punto de vista narrativo de una camarera que atiende a Logan todos los días en uno de esos insignificantes restaurantes que encierran el microcosmos norteamericano. Para ella, el rudo y arisco Logan es el Hombre Malo que, en el fondo, debe esconder un corazón atormentado y sensible a la desgracia y soledad que amenaza la vida de la propia camarera. No se trata de una historia original para Lobezno, pero ésta es la clase de historias que da gusto leer cuando me reencuentro con este personaje, que desgraciadamente es de uvas a peras.

Lobezno, 18 (Corresponde a Wolverine vol. 3, número 1 de la serie USA). Guión de Greg Rucka. Dibujo de Darick Robertson. Ediciones Forum. Barcelona, 2004. (****).
Posted by Hello

viernes, enero 14, 2005

NOS VEMOS EN JUARITOS


Mañana parto a Madrid y el lunes charqueo el charco hasta México DF. Nos leemos a partir del miércoles en Juaritos. Les dejo como delicia para los ojos este retrato de la asesina Elektra cuyo artífice desconozco. ¿Quién se puede extrañar de que Daredevil la quisiera tanto? Mientras tanto, no se pierdan lo escrito sobre mi querida Modesty Blaise un poco más abajo. Feliz cuesta de enero a todo el mundo. Posted by Hello

Modesty dirige La Red. Viñeta de Jim Holdaway perteneciente a In the Beginning. Posted by Hello

MODESTY BLAISE 3: THE GABRIEL SET-UP Y IN THE BEGINNING.

La tercera historia de la serie, The Gabriel Set-Up, fue publicada entre el 16 de enero y el 18 de junio de 1964. Pretendía, según Peter O´Donnell, crear un contrincante de altura para los servicios secretos británicos y, por ende, para la pareja protagonista. Dentro del mapa cronológico de la vida de Modesty y Willie no se trataba de un personaje nuevo, ya que Modesty confiesa a Sir Gerald Tarrant que, cuando ella dirigía todavía la Red, uno de sus negocios se cruzó con los intereses de Gabriel, y Modesty prefirió enterrar el golpe antes que iniciar una guerra de bandas con Gabriel. En esta ocasión Gabriel es el dueño de una clínica de reposo en la frontera de Canadá con Estados Unidos adonde acuden importantes empresarios y miembros del gobierno y los servicios de inteligencia de ambos países. Por medio de relajantes sesiones de hipnosis, los médicos del hospital les arrancan valiosa información que proporcionan al genio del crimen.

Como cuenta O´ Donnell, la idea de un “malo” fijo para la serie acabó por aburrirle, y después de dos apariciones más decidió prescindir de él. Sin duda fue lo mejor, ya que desde el principio Modesty Blaise fue una serie de orientación adulta en cuanto a sus contenidos, y las tramas en que Modesty y Willie se ven envueltos se hubieran visto deterioradas por un genio del crimen recurrente y lleno de tics (la expresión de infinito aburrimiento, un hastío existencial perpertuo, es el rasgo característico más acusado del personaje).

In the Beginning es una historia retrospectiva publicada en 1966, cuando la serie ya llevaba tres años de edición en los periódicos ingleses. En ella se recopilan los datos que hasta entonces habían sido desperdigados aquí y allí en torno al origen oscuro de nuestros protagonistas y cómo llegaron a dirigir La Red y más tarde decidieron abandonar la organización criminal cuando todavía estaban a tiempo de no ser detenidos por los servicios de inteligencia europeos. Es una historieta fuera de serie que comprende doce tiras diarias que publicaron aquellos diarios que comenzaron a editar la serie tres años después de su inicio. En ella vemos a Modesty dibujada a lo largo de su experiencia vital: la niña que huye del campo de concentración de Kalyros; la adolescente anónima que salva la vida de un viejo mendigo, un anciano profesor que le da educación y un nombre: Modesty. Ella misma escogería su apellido tras leer en las leyendas del ciclo artúrico que Blaise fue el preceptor del mago Merlín. En pocas tiras, la infinita maestría de O´Donnell y Holdaway condensaron el turbulento pasado de esta mujer que puede contarse entre las primeras que se hicieron a sí mismas dentro de la cultura popular del siglo pasado.

Modesty Blaise: The Gabriel Set-Up y In the Beginning. Guión de Peter O´Donnell y dibujo de Jim Holdaway. Publicadas en Modesty Blaise: The Gabriel Set-Up. Titan Books. London, 2004. (****).

miércoles, enero 12, 2005


Portada de Elektra, 26. Posted by Hello

ELEKTRA Y SLEEPER

Elektra. Niña mala. Mercenaria. Se regodea con la sangre. Revoltosa asesina por un puñado de dólares. Y está como un tren. Esta Elektra es industrial, es la de la serie regular de Marvel desgraciadamente cancelada. Si bien no está a la altura de la interpretación que de ella dieron en los ochenta Bill Sienkiewicz (Elektra: Assasin) y Frank Miller/Lynn Varley (Elektra Lives Again), tiene ese buen cuerpo de tebeo bueno y barato, popular, con un guión muy tópico pero efectivo y un dibujo que realza los encantos de esta encantadora encantadora de serpientes. En esta ocasión, viaja hasta Djanda para asesinar a la dictadora de ese país africano. No lo consigue, claro, y a mí se me acabó el tebeo y por Amazon no aparece el TPB. Quizá no sea una obra maestra, pero se pasa un buen rato. La portada de Rmigliari, despampanante.

Sleeper. Otro buen tebeíto que comento ahora que estoy de vacaciones y falto de tiempo para esta bitácora (tengan paciencia, el miércoles vuelvo a Juaritos y a mis compromisos de muchos colores). Sleeper es un interesante replanteamiento del tebeo de super héroes desde los principios estéticos de la serie negra. Sí, ya sabemos que esto no tiene nada de original, pero tiene buenos diálogos de Ed Brubaker y muy buen dibujo de Sean Philips que se avienta una portada estupenda en tonos rosas y ocres. La reciclaré más adelante (por cierto, todos los tebeos de esta canasta los compré seducido por las portadas en el más puro estilo irracional: no es maravilla, hay tebeos de 1.70 euros que bien valen una portada con independencia de su contenido). Sleeper es una colección limitada de 12 números que todavía me puedo hacer completa si tengo suerte ahora que vuelvo a Madriz en unos días.

Elektra, 26. Rodi, Chen, Florea. Ediciones Fórum. (***)

Sleeper, 2. Guión de Ed Bruebaker. Dibujo de Sean Philips. Ediciones Fórum. (***)

domingo, enero 09, 2005

DAREDEVIL, 51.


Continúo comentando tebeítos de super héroes comprados y leídos al más puro azar, sólo porque sus portadas cautivaron estos ojos que se ha de comer la tierra. El Cuernecitos ha sido de siempre una de mis debilidades Marvel. He consumido con gusto los tebeos dibujados por mi estimado Gene Colan, con regodeo las aventuras de Frank Miller editadas por Forum cuando Miller estaba en sus comienzos, con sorpresa la Elektra: Assasin de Bill Sienkiewicz de aquellos primeros Prestigio de Forum, y con pasión pirada los dibujados por John Romita Jr. y escritos por una de las grandes autoras del género en los 80: Ann Nocenti. Ah, qué tiempos aquellos... Bueno, pues también cierta portadita de Daredevil me entró por los ojos, y corresponde al número 51 de la edición Forum (la página que reproduzco es la final de este número). Descubierta la doble identidad del Cuernitos, Matt Murdock se introduce en una historia de amor con una chica ciega y sin poderes llamada Milla. Ah, pero Kingpin va a regresar y por el camino le gana María Tifoidea, a quien Ann Nocenti dio visos de gran dama de la cultura popular. La historia de Brian Michael Bendis, con oficio. Lo mejor: el excelente desempeño artístico de Alex Maleev. Un placer para los ojos, y él solo aúpa este tebeíto a las cuatro estrellas.
Daredevil, 51. Guión de Brian Michael Bendis. Dibujo de Alex Maleev. Ediciones Fórum. (****)
Posted by Hello

sábado, enero 08, 2005

TOM STRONG, 14


In medias res encontré esta interesante serie de uno de los grandes escritores vivos del cómic, Alan Moore (Inglaterra, 1953), autor del imprescindible Watchmen, From Hell y otras joyas del noveno arte. Tom Strong es una creación de Moore para America´s Best Comics (ABC) su propio sello editorial donde nos presenta un nuevo universo de super héroes. No me he enterado de nada, claro, y para colmo este número ni siquiera está protagonizado por Strong: alguien llega de un universo paralelo para explicarle a Tom Strong cómo son las cosas allí de distintas. Strong escucha estupefacto la descripción de un mundo en el que un super héroe negro llamado Tom Stone ha conducido a los grandes villanos de su mundo (i.e, el mundo de Tom Strong) por la senda del bien. Bonitos dibujos de Gerry Ordway, y a la vista de lo que encuentro por internet, estupenda colección de portadas a cargo de varios artistas (entre ellos, el pictórico Alex Ross). Más datos sobre esta interesante obra de Moore, en esta página de La guía del cómic. Habrá que pillarse el primer recopilatorio en Amazon.
Tom Strong, número 14. Guión de Alan Moore. Dibujo de Gerry Ordway. Ediciones Fórum. (**).
Posted by Hello

miércoles, enero 05, 2005

EL TÍO WILL YA NO VIVE AQUÍ

Hoy es un día enormemente triste para los amantes del cómic del mundo entero. Los Reyes Magos han querido regalarse este año la vida de Will Eisner, y es por esto que el tío Will ya no vive aquí. Ayer martes falleció Will Eisner, ese mago de los pinceles nacido en 1917 sin en cual es imposible entender no sólo la evolución y madurez de este medio artístico, sino también el mapa de la propia felicidad de nuestras vidas. Yo era un niño como tantos cuando descubrí su espectacular The Spirit en las publicaciones de Garbo Editorial, y vibré de emoción cuando Toutain Editor lo rescató en los 80 para Comix Internacional. Fui uno de los primeros lectores de Contrato con Dios, obra fundadora de la novela gráfica, y en los 90 atesoré mes tras mes la reedición que The Spirit hiciera Norma Editorial. Como a tantos otros, Eisner me ha acompañado a lo largo de la vida y ahora nos ha dicho adiós. Nos deja su obra inmensa, y el no menos inmenso socavón de su ausencia.
En agosto publiqué en esta bitácora un artículo sobre su obra Comics and Sequential Art, que puedes leer si clicas aquí.

lunes, enero 03, 2005


Portada original de Nathan Never: Las fieras, publicado en España como el número 1 de la serie por Aleta Ediciones. Posted by Hello

NATHAN NEVER: LAS FIERAS

Nathan Never es un personaje de ciencia-ficción que se mueve en el futuro próximo del siglo XXII y cuya recreación se parece bastante a la de algunos países latinoamericanos de hoy día. No cabe duda de que tras la futurística excusa nacida al socaire del éxito de películas como Blade Runner, se esconde en Nathan Never un deseo enorme de forzar a una reflexión sobre nuestra propia sociedad. ¿Cómo es posible, se interroga retóricamente Nathan Never, de que al mundo le importe un soberano cacahuate el asesinato masivo de los doscientos cincuenta habitantes de todo un pueblo? ¿Cómo es posible que no intente comprender las razones que impulsaron a una banda de soldados para perpetrar semejante masacre movidos por una vulgar apuesta? Como haciéndose eco de otras matanzas no demasiado distintas pero sí más verídicas, su amigo Bonertz responde (p. 98): “Lo último que quiere la gente es comprender... A nadie le importa una mierda... Lo importante es tener siempre bonito el escaparate. Eso es lo lógico: fumar menos, tener los dientes más blancos, contar las calorías para no pasarte del peso ideal. Y censurar la tele para que los niños no digan palabrotas. ¿Para qué preocuparse cuando simplemente basta con esconder la realidad?”

Sin duda, aquella deliciosa sonrisa perfecta de hermosa hembra anglosajona no fumadora, esa pizpireta Sabrina Hermann que se fotografiaba con cadáveres en Abu Graif, parece darle la razón a Bonertz desde los escaparates de la infamia contemporánea. Es aquí donde me ha seducido este número 1 de la edición de Aleta de Nathan Never, en su capacidad de abordar un tema amargo de nuestro tiempo: la insensibilidad social ante la masacre convertida en un espectáculo más.

Nathan Never 1: Las fieras. Guión de Michele Medda. Dibujo de Stefano Casini. Traducción de Jesús Huguet. Correspondiente a Nathan Never edición italiana número 111 (agosto de 2000). Aleta Ediciones/Bonelli Comics. Valencia, 2004. (****).

sábado, enero 01, 2005


De nuevo en España los tebeos de Bonelli. Reproducimos aquí la portada original italiana de Dylan Dog, 157 (diciembre 2000). Posted by Hello

AÑO NUEVO PARA PERRO VIEJO. NO NEW TRICKS.

Yo también he sobrevivido a la nochevieja. He sobrevivido incluso (aunque no estoy del todo recuperado) a un ataque gripal enfadosamente instalado en mi garganta y cuerdas vocales. Crucé las turquesas cortinas entre espasmos y pesadillas repetitivas: memorizaba una guía telefónica.

Cuando el avión entra en la zona de turbulencias que divide las dos regiones del Atlántico como dos grandes masas de carne, sabes que cruzas las turquesas cortinas del Sol. Sabes que estás allí en mitad de la nada, renqueando por los largos pasillos de un mal sueño, donde la noche es más negra e inhóspita que nunca y no tiene patria ni habla lengua alguna; allá en el punto exacto en que las cortinas se agitan violentas ante la intromisión del avechucho de metal, que zozobra y se bate en su vuelo hacia la salida de la trampa turquesa de las cortinas del lecho del sol.

Es emocionante siempre, pero este viaje siempre tiene el mismo fin en ambas direcciones. La turquesas cortinas son más benévolas que Escila y Caribdis.

“Año nuevo, vida nueva”, nos enseñaron en la infancia, cuando teníamos toda la vida por delante. Otro refrán asegura que perro viejo no aprende trucos nuevos. Queridas mamás: Intentaremos reforzar nuestros buenos trucos, y convertir en menos dañinos los más biodegradables.

Hablando de viejos y conocidos trucos, vicios y gustos, ya he leído los dos primeros números del Dylan Dog y el Martin Mystére, que de nuevo se editan en España y esta vez por Aleta Ediciones. Esta pequeña editorial ha realizado un gran trabajo de presentación de estos clásicos del tebeo popular italiano de la editorial Bonelli: casi cien páginas en buen papel, estupenda impresión, formato Bonelli de toda la vida en Italia y una correcta rotulación. Es, digámoslo, la primera vez que uno ve un tebeo de Bonelli editado en España y no da un poco de asco por una razón u otra. En Dylan Dog: Percepciones extrasensoriales tenemos una historia un poco endeble llena de lugares comunes donde el casus belli es un asesino psicópata que lee el pensamiento de sus víctimas; el dibujante Ugolino Cossu la resuelve con gran dignidad y solvencia artística. Me quedo, sin lugar a dudas, con el número 1 de Martin Mystére (Amenaza de las estrellas), ese clon de Brick Bradford que investiga lo imposible y ahora se enfrenta al misterioso caso de combustión espontánea de individuos que sostienen haber mantenido contacto con entes extraterrestres. En esta ocasión el dibujante es Rodolfo Torti, que sin ser el divino Alessandrini, sí es un hábil y eficaz artista de línea suelta, gran deudor del maestro y con mucha fuerza y gran sentido plástico.
Feliz 2005.

Dylan Dog 1: Percepciones extrasensoriales. Guión de Pasquale Ruju y dibujo de Ugolino Cossu. Traducción de Jesús Huguet. Correspondiente al Dylan Dog 159 de la edición italiana (diciembre 1999). Aleta Ediciones/Bonelli Comics. Valencia, diciembre 2004. (**)

Martin Mystére 1: Amenaza de las estrellas. Guión de Marco Deplano y dibujo de Rofolfo Torti. Traducción de Jesús Huguet. Correspondiente al Martin Mystere 214 de la edición italiana (enero de 2000). Aleta Ediciones/Bonelli Comics. Valencia, diciembre de 2004. (***).