domingo, julio 17, 2005

CALOR Y EVOCACIÓN DE EISNER

Me hubiera encantado poder encontrar una viñeta del gran Will Eisner al respecto. Sobre el calor espantoso que estamos padeciendo en Juaritos. Eisner fue un gigante que vivió en una época de gigantes y murió en un época de señores bajitos que trabajan como dependientes del Corte Inglés de los Milagros. Eisner comenzó a dibujar en tiempos del ciudadano Franklin D. Roosvelt y falleció en tiempos del rey Bush, que es un rey Arturo de Texas que preside la mesa cuadrada de un Burdel King. Eisner fue un Orson Welles de los cómics sin michelines de vino ni michirones que, entre otras muchos otros prodigios de su pincel superlativo, supo como nadie dibujar el sudor. El sudor es la firma de agua con que el calor marca nuestros cuerpos. Eisner era genial, entre otras muchas cosas, para dibujar el sudor y a los personajes que se escurrían a sí mismos empapados en sudor, que no necesariamente consistía en un sudor de amor coital, que resulta ser el mejor sudor que existe. Sobre todo recuerdo una historieta de The Spirit donde un dibujante de cómics esperaba la llegada de su asesino y sudaba como un cerdo en mitad de una noche de verano mientras intentaba acabar su trabajo y los ecos de la noche se convertían en amenazadoras tarjetas de visita. También recuerdo otra historia (creo que en la edición española de Garbo Editorial se tituló como este blogo: Calor) donde el comentarista radiofónico se convertía en conductor del relato y narraba los efectos mortales que la ola de calor veraniego causaba en Central City. Mientras tanto, el Spirit agonizaba en un sórdido callejón cosido a balazos y cocido en su salsa sanguinolenta y sudorosa. Son tebeos que tengo en España, así que no puedo ofrecerles una rebanada de arte que justifique este post que hierve a los cuarenta grados de la noche de esta querida gitana juarina, mientras mi derretido cerebro hace chup-chup a fuego lento como rancho de cárcel en la olla lironda de mi cabeza.

P.S: Leo en esta página que The Spirit vuelve en una nueva versión sin Eisner (quien ahora se encuentra en el Cielo diseñando un antifaz para los próximos beatos y, posiblemente, rediseñando el esquivo sexo de los ángeles). Si ya me conocen un poco, imaginarán que me espero lo peor, y me quedo corto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Viendo que Batman hará un cameo en esa nueva serie... Al rato tratarán de hacer película de The Spirit. Chale.

Por otra parte recuerdo bien a The Spirit. Si la memoria es lo más frágil de las facultades del alma (¿o era la voluntad?) no ha mellado en la historia de Lonesome Cool. Narrativa donde The Spirit es sólo un personaje periférico pero la historia es negra y jodida. La precisa portada de Lonesome, con el cuerpo hacia el vértice de una esquina de pared y mirando hacia atrás, como mirando a Eisner y al lector, atrapa al misterio y luego uno se lamenta de haber entrado. Psicológicamente hablando.
Si he fallado en el recuerdo de la portada (ya que no la miré para comentar esto) achaquenlo a la memoria y a la voluntad, por supuesto.

El Pobresor Gafapasta dijo...

No, no has fallado el tiro. Así era la primera página de Lonesome Cool, primeras páginas que servían como portadilla a sus historias y él llamaba "splash page". No hacía falta mirarla de nuevo, Llorch, el talento de Eisner en su máxima expresión marcaba para siempre la memoria. Y además, Lonesome Cool es mi historia favorita de Spirit. No la mejor , porque el hombre hizo verdaderas maravillas con su equipo en la segunda mitad de los 40, pero sí mi favorita. Negra y jodida, como tú dices, pero también muy lírica, con una poesía cruel y cierta idea de la justicia universal.

Por cierto, no creo que la memoria sea una facultad del alma, aunque sí la voluntad, ya que la voluntad es algo moral mientras que la memoria es algo físico que puede entrenarse, y no un don de los dioses. Creo que las dos son marido y mujer, y ambas se ayudan para pecar y ser frágiles porque dependen la una de la otra. En estos tiempos en que tanto se ha desprestigiado la memoria, no cabe duda de que también ha bajado en puntos la voluntad, que la administra a su conveniencia. Como quiera que sea, no me hagas caso, ya que no soy ducho en estos temas. Pero hablamos por hablar, no para sentar cátedra, lo cual es muy relajante siempre.

Un saludote, y espero que los calores no te impidan escribir y pulir you know what.

Anónimo dijo...

No hablamos por hablar. Hablamos sin pensar que nos avale la posteridad o el buen juicio (visto como valor neoclásico)

..."Escribir y pulir you know what"... dicho así hasta suena sucio. jejeje. Espero que te refieras a mi narrativa; no!, a mis ensayos; no! a mi ponencia; no! a mi blog. Ya me cayó el veinte.

He buscado miles de formas, y ninguna queda. Así que posiblemente you know what, haya quedado como un ejercicio.

Saludos

Anónimo dijo...

Memoria, voluntad y entendimiento: por eso las relacioné por medio de la psicología humanista del barroco. O sepa si sea escolástica. O whatever.

Eso no recuerdo si lo leí en Calderón o en Lope (de Vega). Por ahí va el nacimiento de tal matrimonio de la confusión de terminajos.