martes, octubre 31, 2006

HALLOWEEN

Hoy es Halloween. No tenía intención de escribir sobre Halloween, pero he escuchado a unos niños exigir por la calle "Trick or Treat!" y me he acordado de esta graciosa portada que tenía guardada y cuelgo aquí arriba. Espero que a todos los niños les den muchos dulces esta noche y se les piquen las muelas. En realidad, escribo sólo para justificar el uso de esta portada de John Pederson para la revista que publicó un relato de John Rackham, seudónimo del autor fantástico John T. Phillifent, de quien pueden encontrar aquí una galería de portadas de sus obras. Esto de Halloween es muy propio de la cultura norteamericana, que ha explotado el día en multitud de películas. En la frontera mexamericana, los niños, que van a lo suyo y no dejan pasar una oportunidad de divertirse y sacarle dulces a la vida (como algunos blogueros talluditos) lo adoptaron como seña de identidad de la infancia en estas tierras. Sin embargo, los adultos se vuelcan más en el Día de Muertos del próximo día 2, tan importante para la literatura desde que Lowry le consagró el imprescindible Ulysses etílico que es Bajo el volcán. Tengo por ahí un libro de cuentos coordinado por Jorge Volpi donde viene a decir que los escritores crackeros y los intelectuales modernos ya están hasta las narices del Día de Muertos. Hay que celebrar la vida, no la muerte, dice Volpi con otras palabras. Yo estoy de acuerdo. Los niños, que de esto entienden, celebran por eso Halloween, porque tiene más de fiesta que de velorio. Sólo lo llorarán sus muelas.

3 comentarios:

nacho dijo...

No te creas... el día de muertos es pura parranda... je. Saludos.

Antonio dijo...

No se donde lei que las celebraciones que se hacen por aqui de Halloween son muy distintas a las americanas. Alli son niños inocentes que piden caramelos, y aqui son borrachos disfrazados

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

Pues yo no sé, pero a mí me resulta particularmente ameno ponerme a ver películas de terror por estas fechas. En el canal 5 local pasan clásicos mexicanos que a medida que pasan los años revalorizo más. Recomendables las de Abel Salazar, Chano Urueta, Rubén Galindo, Jr., las del Santo, pero sobre todo las del maestro Carlos Enrique Taboada. Desde aquí mi homenaje en este día a él especialmente.

Aquí en esta parte del mundo, me figuro yo, estas celebraciones hacen las veces de los carnavales o los entierros de la Sardina. Es cuando la gente se disfraza y la imaginación se vuelca sobre la realidad.